De acuerdo con la minuta publicada de la última reunión de política monetaria, la Junta de Gobierno del banco central destacó la presión que ha ejercido durante todo el año el alza en los precios de los energéticos en la inflación general.

Los precios de los energéticos preocupan al Banco de México (Banxico). De acuerdo con la minuta publicada de la última reunión de política monetaria, la Junta de Gobierno del banco central destacó la presión que ha ejercido durante todo el año el alza en los precios de los energéticos en la inflación general.

En su última reunión del 4 de octubre, la mayoría de los miembros de la junta señaló que la inflación se ha visto afectada por los aumentos “considerables” en los precios de la gasolina y el gas LP que, desde junio, han registrado incrementos mayores a los previstos.

“Estos incrementos tienen su origen en aumentos en las referencias internacionales, aclarando que el ajuste gradual en la determinación de los precios internos de las gasolinas ha propiciado que el impacto sea más persistente”, refirieron los miembros.

No obstante, destacaron que la evolución de la inflación subyacente se ha comportado en congruencia con lo previsto, aunque su ritmo de disminución se ha frenado como consecuencia de los efectos indirectos de la inflación no subyacente sobre los costos de producción.

“Todos coincidieron en que, si bien los choques que experimentó la inflación en México son de naturaleza temporal, éstos han retrasado la convergencia de la inflación general hacia su meta”, refirió el documento.

Cabe destacar que, desde enero del 2017, la inflación se ha ubicado por encima del objetivo del Banxico, de 3% +/- 1 punto porcentual.

En este sentido, todos los miembros consideraron que el balance de riesgos para la trayectoria esperada de la inflación mantiene un sesgo al alza, en un entorno de incertidumbre en el que persisten riesgos tanto externos como internos.

Entre los principales riesgos al alza, además de las presiones del rubro de los energéticos, los miembros de la junta destacaron la posibilidad de que el peso mexicano se vea presionado por factores externos e internos; un posible escalamiento de medidas proteccionistas a nivel mundial; una probable reversión del comportamiento favorable de los precios de los productos agrícolas; y el riesgo de que las negociaciones salariales no sean congruentes con las ganancias en productividad.

El 2019, con alto grado de incertidumbre

Si bien la mayoría de los integrantes previó que el crecimiento económico en el 2018 y el 2019 esté en línea con los rangos anunciados en el último informe trimestral —de 2.0 a 2.6% y de 1.8 a 2.8% respectivamente—, algunos indicaron que el pronóstico para el 2019 está sujeto a un elevado grado de incertidumbre y tiene diversos retos, como la implementación de la política pública del siguiente gobierno, la debilidad de los componentes de la demanda agregada, así como la baja producción de la plataforma petrolera.

“La mayoría consideró que, ante el entorno complejo que enfrenta la economía, el balance de riesgos para el crecimiento continúa sesgado a la baja, si bien en el margen este sesgo ha disminuido debido al acuerdo comercial recientemente alcanzado con Estados Unidos y Canadá”, precisó la minuta.

Asimismo, algunos añadieron como riesgo adicional para el crecimiento económico la desaceleración del gasto público que generalmente se observa al inicio de una nueva administración.

Ramos francia, el disidente

En su última reunión, los miembros de la Junta de Gobierno decidieron, en su mayoría, mantener la tasa de interés objetivo en 7.75%; sin embargo, hubo un disidente que votó por subir la tasa en 25 puntos base.

Manuel Ramos Francia, subgobernador del Banxico, quien termina este año su periodo, consideró que ante la inflación que se ha registrado en los últimos meses, el “no actuar como consecuencia podría ser muy costoso para la credibilidad de este banco central”.

Refirió que desde hace ya algún tiempo, la inflación ha enfrentado un panorama complejo, en donde tienen que ver factores de carácter cíclico y estructural. Agregó que, incluso, el panorama hace poco probable que se cumpla la previsión actual para la inflación.

“Este instituto central ya ha cambiado recientemente y en repetidas ocasiones su estimación sobre el horizonte de convergencia de la inflación general a su meta”, señaló.

Cabe destacar que aún quedan pendientes dos anuncios monetarios para este año, uno programado para noviembre y otro para diciembre.

Fuente: El Economista 

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