Como parte de la reorientación de los recursos del próximo año, el Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF) 2019 priorizó 18 proyectos de infraestructura insignia por 39 mil millones de pesos y eliminó una parte del fondo de “los moches”, con lo que dejó fuera más de mil peticiones de recursos federales de estados y municipios.
De acuerdo con la Comisión de Presupuesto y Cuenta Pública de la Cámara de Diputados, se recibieron mil 139 proyectos de infraestructura de gobernadores y presidentes municipales por casi 65 mil millones de pesos, entre ellos recursos para obra pública como pavimentación o rehabilitación y mantenimiento de canchas deportivas y parques públicos.
Los gobernadores acusaron ante dicha comisión que en el PEF 2019 se desaparecieron “fondos completos” de recursos que iban a los estados y municipios; ese dinero provenía del Ramo 23 conocido como “el fondo de los moches”, en el que había un rubro denominado “Proyectos de Desarrollo Regional”.
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Es decir, si un diputado, gobernador o presidente municipal prometía pavimentar una calle o mejorar un parque, ese dinero saldría del Ramo 23 y lo único que se debía hacer era entregar un proyecto a la Cámara de Diputados para que los recursos quedaran autorizados y Hacienda distribuyera el dinero.
Sin embargo, el PEF 2019 eliminó el rubro de proyectos regionales del Ramo 23, que en 2018 tuvo un presupuesto aprobado de casi 18 mil millones de pesos y privilegió 18 proyectos de infraestructura por 39 mil 654 millones de pesos.
Proyectos prioritarios
Entre los proyectos prioritarios para el gobierno de Andrés Manuel López Obrador se encuentran el Tren Maya, el Ferrocarril del Istmo de Tehuantepec, el Tren Interurbano México-Toluca, infraestructura aeroportuaria y conservación de infraestructura de caminos rurales y carreteras para estados del sureste como Oaxaca y Guerrero.
Para 2019, el gasto de capital ascenderá a 711 mil 400 millones de pesos, esto es 6.4 por ciento más en términos reales que lo aprobado en 2018.
El 90.9 por ciento corresponde a inversión física presupuestaria, 6.5 por ciento se asocia a la inversión financiera y 2.7 por ciento se relaciona con subsidios para los sectores social y privado, así como para las entidades federativas y municipios.
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María Fonseca, decana de la Región Sur de la Escuela de Negocios del Tecnológico de Monterrey, señaló que el PEF 2019 rompe con la inercia de presupuestos anteriores de etiquetar recursos a estados y municipios para pavimentar calles cuando no había una transparencia en el ejercicio de los recursos por parte de los tres niveles de gobierno.
“Sí hay partidas para invertir en infraestructura, pero en otros rubros, creo que podemos esperar que este cambio en los recursos para infraestructura combata esa corrupción, no todos los gobiernos son iguales, pero de alguna forma los estados y municipios son corresponsables de que se haya cerrado esa llave de recursos”, expuso.
Gabriel Pérez del Peral, investigador de la Escuela de Gobierno y Economía de la Universidad Panamericana, dijo que si bien terminó una inercia en la entrega de recursos a gobiernos locales, “había proyectos que sí podían ser buenos para el desarrollo económico regional en estados donde no hay evidencia de desviación de recursos, pero al final los proyectos de campaña de López Obrador fueron los que más se priorizaron”.
Fuente: El Financiero
