El sector empresarial alertó de un panorama “sombrío” en México en el corto plazo, cuyo entorno no sólo confirma el debilitamiento de la actividad económica del país, sino se complica con la incertidumbre que se presentará en los próximos meses por los compromisos migratorios que México adoptó para evitar que Estados Unidos impusiera aranceles.
La evolución general de los indicadores económicos confirma el debilitamiento de la actividad económica del país, sin señales de un repunte importante en los siguientes meses. Obviamente, esto aleja la posibilidad de que la economía pueda crecer 2% este año y la de lograr un crecimiento promedio de 4% durante todo el sexenio, sentenció el Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP).
Las autoridades federales han mostrado un fuerte compromiso con la salud de las finanzas públicas; no obstante, hay señales de un eventual debilitamiento de las mismas, debido a la precaria situación financiera de Petróleo Mexicanos (Pemex) y de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), que dio pie a reducciones de su calificación crediticia y de la perspectiva de la deuda soberana. “Pemex perdió el grado de inversión. Evidentemente esta fue una señal de alerta para los mercados”, lamentó el organismo aglutinado en el Consejo Coordinador Empresarial (CCE).
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Los analistas del sector privado advirtieron que la inquietud sobre la situación de las finanzas públicas también se da por la creciente asignación de recursos a programas sociales y subsidios sin reglas de operación, que pueden llevar a un uso discrecional de recursos, en detrimento de programas con una mayor rentabilidad social y económica.
El CEESP refirió que los resultados más recientes indican que en abril pasado, el financiamiento al consumo, a la vivienda y a las ventas de automóviles mantiene su tendencia a la baja, ante el bajo ritmo de crecimiento de la economía y las elevadas tasas de interés. En mayo las ventas de vehículos ligeros en el mercado interno ligaron su cuarta caída anual consecutiva.
Sin embargo, “la preocupación se centra ahora en el fortalecimiento que muestra el ambiente de incertidumbre como consecuencia de los efectos acumulados de diversas decisiones de las autoridades que han llevado a un constante deterioro de la confianza”, sostuvo.
Para el sector privado, el tema migratorio enciende las luces amarillas para el desarrollo económico, México logró que el gobierno de Estados Unidos suspendiera indefinidamente la aplicación de los aranceles a los productos mexicanos.
No obstante, dicho acuerdo establece un periodo de 90 días para “cumplir con los compromisos” y 45 días para hacer una “primera evaluación” de los avances de las medidas. “Ello abre necesariamente un nuevo periodo de incertidumbre ya que no queda claro cómo se evaluarán los avances y el cumplimiento de los compromisos”.
Fuente: El Economista
