Un bajo nivel de ahorro, la informalidad y subdeclaración de salarios, son los retos para que el trabajador alcance una pensión ‘digna’.
El Sistema de Ahorro para el Retiro (SAR) llega hoy a sus 22 años de operación con tres enemigos ‘complejos’: recursos insuficientes para el pensionado, la subdeclaración del salario y la informalidad.
De acuerdo con los expertos, estos tres enemigos de las Administradoras de Fondos para el Retiro (Afores) inhiben la proyección de otorgar una pensión ‘digna’ a un trabajador que vivirá más años, si no se discute y se le da una solución pronto.
Te puede interesar: Alerta la OCDE sobre impacto de pensiones en las finanzas públicas
Cerca de 80 mil personas se jubilarán en la primera generación Afore, en el 2022, prácticamente todos sin pensión. Los pocos que la tengan, que se puede contar con los dedos de las manos, recibirán menos de cuatro mil 500 pesos al mes, reveló Abraham Vela, presidente de la Comisión Nacional del Sistema de Ahorro para el Retiro (Consar).
Explicó que esa problemática se tendrá en los primeros cinco años de las primeras generaciones, por lo que se deben de aprobarse cambios en la regulación para mejorar sus condiciones de retiro.
“Un porcentaje muy pequeño, prácticamente insignificante, mínimo, va a poder cumplir con las mil 250 semanas, pero no van a poder aspirar a una pensión mínima garantizada y ahí el gobierno va a tener que invertir recursos fiscales para que se puedan ir con su pensión mínima garantizada, de alrededor de 3 mil 200 pesos”, explicó.
Para Zoé Robledo, director general del Instituto Mexicano del Seguro Social(IMSS), las distorsiones del subregistro de las personas con un salario menor al que realmente perciben o que les pagan por fuera, o que lo hacen para tener una parte de la cuota del Seguro, pero no lo están cubriendo todo, están generando un gran problema pensionario.
“Vamos a empezar a ver gente que cuando llegue a cobrar su pensión diga: yo ganaba 20 pesos toda mi vida, ¿por qué me están pagando una pensión de cinco pesos? Pues porque tu patrón te pagaba 20 pesos y te tenía registrado en el IMSS con cinco pesos. Entonces, ese es un problema, ahí es donde hay que entrarle y hablar con los empresarios”, aseveró Robledo.
Rolando Silva, presidente de la Comisión de Seguridad Social del Colegio de Contadores Públicos de México (IMPC), ejemplificó que un trabajador que en una empresa gana 15 mil pesos, de ahí paga unos tres mil 500 pesos por cuotas obrero-patronales: el 2 por ciento va para su fondo de retiro y el 5 por ciento para el Infonavit. Esto le permite, con su salario real, incrementar su saldo. En cambio, si gana eso, pero se reporta al IMSS un sueldo de cuatro mil pesos, entonces sólo aporta a su fondo de ahorro para el retiro unos 80 pesos al mes y eso va a repercutir en su pensión.
Te puede interesar: Pensiones absorben más de 50% del presupuesto del IMSS e ISSTE
Otro de los riesgos del sistema de pensiones tiene que ver con los elevados niveles de informalidad laboral en el país, lo que tiene un impacto en la baja densidad de cotización y la cobertura.
La densidad se refiere a los periodos que un trabajador cotizó formalmente a la seguridad social, con respecto al total de lapsos que ha laborado, tanto en la formalidad como en la informalidad. Una baja densidad por periodos prolongados afecta la pensión, pero además eleva la probabilidad de no obtener beneficios para el retiro.
La cobertura tiene que ver con cotizar en un sistema de pensión en un periodo determinado, que en México es bajo, si se toma en cuenta, según un reporte de la Consar, donde aproximadamente apenas de cada 10 trabajadores son formales.
Fuente: El Financiero