La Asociación Mexicana de Empresas de Hidrocarburos (Amexhi) considera que elevar la producción petrolera de México a 2.5 millones de barriles diarios necesita de fuertes inversiones de Petróleos Mexicanos (Pemex) y empresas privadas, pero lograrlo también requiere tiempo, y mucho.

“Agregar producción siempre es lo más difícil, requiere mucho tiempo”, comentó Enrique Hidalgo, miembro de la junta directiva de la Asociación energética en entrevista con Forbes México.

El directivo retomó un estudio reciente de la plataforma Pulso Energético, que señala cinco proyectos, Amoca-MIztón-Teocalli, Hokchi, Zama, Ichalkil-Pokoch e Ixachi, con una inversión requerida de 12,000 millones de dólares, que sumarían 400,000 barriles de crudo diarios adicionales a la producción nacional.

“Esos 400,000 barriles ayudan muchísimo a que la nueva administración logre sus objetivos, pero hay que tomar en cuenta que va a haber una declinación (en la producción de Pemex). Es un buen paso pero hace falta mucho”, dijo el representante de Amexhi.

Hidalgo dijo que aún no está claro que el próximo gobierno eleve la producción de crudo en tan corto plazo, pues requiere fuertes inversiones, así como el resto de la industria privada, pero con el tiempo se generarán esas condiciones, por lo que prevé que los 400,000 barriles se incorporen hacia el final de la administración de López Obrador en 2024.

Sus comentarios ocurren ante las metas que ha planteado el próximo gobierno de Andrés Manuel López Obrador.

El pasado 27 de julio,  el presidente electo reveló su estrategia para aumentar la producción petrolera nacional: 600,000 barriles diarios durante los siguientes dos años  para llegar a 2.5 millones. Ha planteado una inversión adicional de 75,000 millones de pesos (mdp), después de las viejas glorias de 3.4 millones de unidades diarias que Pemex lograba en 2004.

En 2014, la empresa productiva del Estado mexicano producía 2.5 mdb por día e invertía 15,000 millones de dólares anuales en exploración y producción. Hoy destina 7,000 mdd y produce poco más de 1.8 mbd. Existen tres factores que explican esta situación: el declive del megayacimiento Cantarell, la crisis de precios en la industria petrolera de 2014 y el recorte presupuestal a Pemex derivado de la caída de los precios del crudo.

“Los retos país en energía son muy estables. Con esta administración es seguir avanzando en el proceso de Pemex para que invierta más y que el resto de la industria sigamos complementando”, mencionó el también director de E&P de Exxon México.

También expresó que para pasar de la exploración al desarrollo de campos, debe haber más oportunidad a través de las rondas petroleras, pospuestas hasta febrero de 2019 y cuyo futuro estará en las manos del futuro gobierno.

“Todo eso cuando lo pones junto, se vuelve un proceso que ayuda a resolver, de manera sustantiva, todo los retos sobre el tiempo, pero este un sector de alientos largos, de mucha paciencia”, agregó Hidalgo.

Fuente: Forbes México

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