El Tren Maya inició su marcha. El Fondo Nacional de Fomento al Turismo (Fonatur) ya solicitó a la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) recursos presupuestales por 180 millones de pesos que destinará el próximo año a la realización de los estudios de preinversión para construir la vía ferroviaria y los polos de desarrollo que habrá a su paso.
Con su registro, dicho proyecto de infraestructura se convierte en el primero de los que ha anunciado el próximo gobierno federal en atender los requerimientos legales que garanticen su viabilidad.
“El Tren Maya unirá en un circuito regional de líneas férreas de aproximadamente 1,525 kilómetros los cinco estados del sureste de México (Tabasco, Chiapas, Campeche, Yucatán y Quintana Roo), con altas especificaciones técnicas y servicios para pasajeros y carga”, explicó Fonatur.
La solicitud de recursos (120 millones para los estudios de la vía férrea) fue resultado de los trabajos de transición que encabeza el próximo secretario de Turismo, Miguel Torruco, y permitirá que en las primeras semanas del próximo año puedan lanzarse las primeras licitaciones para elaborar los estudios.
El director del Instituto Mexicano de Desarrollo de Infraestructura (Imexdi), Edmundo Gamas, consideró como una buena noticia que por primera vez en un cambio de gobierno se esté generando una buena relación que permita iniciar los trabajos con el tiempo adecuado.
“Ojalá el Tren Maya, como proyecto emblemático del siguiente sexenio, se convierta en un ejemplo de gestión de infraestructura en donde quede clara la importancia de planear y ejecutar en tiempos pertinentes, dejando de lado presiones de índole política. Además, se debe destacar que en México hay empresas con la calidad suficiente para realizar los estudios requeridos”, comentó el director de Imexdi.
En el caso de la vía ferroviaria, se requieren los estudios de liberación de derecho de vía, legal, factibilidad ambiental, de mercado, de demanda, financiero, análisis costo-beneficio, impacto social, salvamento arqueológico y el plan maestro.
“El proyecto a realizar incluye vía férrea y material rodante para cubrir el recorrido de Cancún hasta Palenque, con escalas en Tulum, Bacalar, Calakmul; así como de Cancún a Valladolid, Mérida, y hasta Palenque. Para darle factibilidad al proyecto, se considera la participación del gobierno federal, empresas privadas, pequeños propietarios y ejidatarios”, detalló Fonatur.
PROYECTO ATRACTIVO Y SOCIAL
Aún sin tener mayores detalles sobre el tren, directivos de diversas empresas han manifestado ya su interés de participar en la obra, que, se estima, costará 150,000 millones de pesos y será financiada con una parte de los recursos captados por el cobro de derecho de no residente (DNR) que se hace a los turistas extranjeros que llegan por avión.
Grupo Vidanta contempla una estación en Riviera Maya en la zona donde presenta el espectáculo Joyá, en asociación con Cirque du Soleil.
ADO tiene interés en participar en la operación del tren y en ofrecer en autobús rutas alimentadoras, y Grupo Aeroportuario del Sureste (ASUR) desea tener una estación en el aeropuerto de Cancún.
En materia de turismo, Fonatur argumentó que la experiencia internacional señala que los países que mejor conserven su patrimonio cultural y natural serán los destinos más competitivos en el turismo mundial.
“En México, aunque el Programa Mundo Maya nació a fines de los años 90 y comprende a cinco estados del sureste, los resultados que hasta ahora presenta son limitados y fruto de esfuerzos individuales, por lo que se requiere un medio de transporte eficaz y rápido que conecte los principales sitios involucrados, crear una oferta poderosa y diferenciada por su cultura, la naturaleza y la conservación ecológica”, puntualizó.
En el caso de los estudios relacionados con los polos de desarrollo, tienen el objetivo de ubicar zonas que sean factibles de inversión (en diferentes sectores) a lo largo de los 1,525 kilómetros aproximadamente que tendrá la ruta del Tren Maya.
Fonatur pretende dar un aprovechamiento a los recursos primarios del sureste mexicano, agua y tierras fértiles, porque su economía está limitada al sector rural y se cuenta con escasas de inversiones públicas y privadas, lo que le ha generado un aislamiento con respecto a las regiones centro y norte del país.
En su parte social, el tren busca dotar de nueva infraestructura, vías de comunicación y servicios, equipamiento urbano a las regiones involucradas, “permitiendo la integración de las comunidades con rezago social a la actividad económica a través de empleo y con ello se podrá disminuir la migración de la población, mejorar la calidad de vida y todo ello a través de la explotación de la actividad turística como fuente generadora de ingresos”.
Además de los estudios que requiere la construcción de la vía ferroviaria, los de los polos de desarrollo incluyen: disponibilidad de suelo para crecimiento urbano, de nuevas comunidades y de desarrollo turístico en localidades por donde pasará el Tren Maya, así como de nuevos centros turísticos y disponibilidad de agua, energía, infraestructuras y servicios.
Fuente: El Economista