Proyecto del Paquete económico

Andrés Manuel López Obrador presentará mañana sábado la hoja de ruta con la que pretende incidir en la economía del país y cumplir sus promesas más emblemáticas de campaña: el paquete económico para 2019.

Integrado por los proyectos de Ley de ingresos, el Presupuesto de Egresos y los Criterios de Política Económica, el paquete mostrará al mundo financiero y empresarial su visión de la economía, sus prioridades en el gasto, y si podrá cumplir con todo lo ofrecido sin comprometer la estabilidad macroeconómica.

«Estoy satisfecho con el presupuesto que vamos a enviar», aseguró López Obrador el jueves pasado y detalló que la secretaría de Hacienda ya solo estaba en la «maquila», es decir, en le hechura del documento y sus anexos.

La encomienda de calcular cuánto ingresará a las arcas públicas, y en qué y cómo gastará ese dinero está bajo la dirección del matemático, economista y poeta, Carlos Urzúa, ratificado como secretario de Hacienda del actual gobierno.

Empresarios, inversionistas, políticos, calificadoras de riesgo, bancos tendrán la atención puesta en lo que presente el gobierno ante legisladores mañana sábado, que deberá aprobarse a más tardar el 31 de diciembre.

Según los analistas los siguientes puntos son cruciales:

Variables realistas

El documento contendrá el escenario económico que vislumbra el gobierno federal para 2019 con base en indicadores macroeconómicos como el Producto Interno Bruto (PIB), el tipo de cambio, la inflación, tasa de interés o precio del dinero, el precio del petróleo mexicano y la producción de crudo estimada.

La atención estará puesta en que los números vayan en línea con la realidad local y mundial de la economía y con el consenso de analistas.

El propio López Obrador ha dicho que el escenario planteado se apoyará en las expectativas que ha difundido el Banco de México (Banxico).

No más deuda

El nuevo gobierno ha lanzado una cruzada a no endeudarse más, luego que en el sexenio pasado el incremento fue una de las críticas de sus opositores y alarma entre inversionistas.

«Estamos cumpliendo con los compromisos de que sea un presupuesto equilibrado, realista, que no signifique déficit, es decir, que no se solicite crédito, endeudamiento, que no se gaste más de lo que se está calculando obtener de ingresos», aseguró el presidente el jueves.

«Observaremos si el próximo gobierno continuará con la disminución de la trayectoria de la deuda o si habría un incremento», dijo Shelly Shetty, analista de riesgo soberano de Fitch Ratings.

A septiembre de este año, la deuda pública alcanzó el monto de 10.7 billones de pesos, según cifras de Hacienda.

Las tijeras de la austeridad republicana

El gobierno de López Obrador ha dicho que el combate a la corrupción y la austeridad serán las herramientas para obtener recursos con los cuales financiar sus principales proyectos de inversión en capital humano e infraestructura.

El gasto corriente -que incluye los recursos asignados al gobierno para su operación- será uno de los rubros recortados.

Carlos Urzúa dijo el miércoles ante diputados, que lo ratificaron en el cargo de secretario de Hacienda, que van a generar ahorros del gasto corriente con menos coches, recortes a servicios que reorientarán a capital humano y físico.

Entre seis y ocho secretarías del gobierno federal serán las más beneficiadas en el proyecto de presupuesto para 2019, de acuerdo con información divulgada el jueves por el presidente López Obrador. El resto tendrán que ajustarse el cinturón.

Superávit

El nuevo gobierno dijo que espera lograr un superávit primario equivalente al 1% del PIB.

“Vamos a tener un superávit primario, eso es que una vez que pagamos los servicios de deuda, lo que quede va a ser mayor de los ingresos, eso es nuestro compromiso”, dio Urzúa el jueves ante diputados.

Las prioridades

Urzúa dijo que la prioridad es la inversión en dos sentidos: capital humano y capital físico. En el primero hay dos programas prioritarios: las becas y apoyos económicos para jóvenes para que estudien o para que sean aprendices en empresas participantes, y el de pensión universal para adultos mayores.

En capital físico están la construcción de una refinería, el Tren Maya, mantenimiento de carreteras federales, hacer nuevos caminos rurales y construir 100 nuevas universidades.

Fuente: Expansión

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