El Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC) registró una variación de 4.52 por ciento a tasa anual durante la primera quincena de enero, lo que representó su mejor inicio de año en los últimos tres años, de acuerdo con información del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) publicada este jueves.
Durante los primeros días de 2019, la inflación tuvo que enfrentar una serie de eventos vinculados con el comportamiento de los precios, como lo fueron el incremento del salario mínimo a partir del primero de enero, la reducción de impuestos en algunos municipios de la frontera norte (principalmente IVA) y la incertidumbre y presión que se generó en la oferta y demanda de combustibles derivado de la lucha contra el ‘huachicoleo’.
La cifra publicada por el Inegi se ubicó por debajo de lo esperado por el sondeo de analistas consultados por Bloomberg, que anticipó una variación de los precios de 4.67 por ciento.
Durante la primera quincena de enero, los energéticos que más suelen ‘pegarle’ a la inflación reflejaron una disminución de precios, como fue el caso de la gasolina Magna y Premium, que presentaron una reducción de 1.44 y 1.54 por ciento, respectivamente.
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Otros productos de alta incidencia en el INPC en los que se observó una disminución de precios fueron el transporte aéreo (-30.56 por ciento), el tomate verde (-21.58 por ciento), el gas doméstico LP (-2.03 por ciento), los servicios turísticos en paquete (-9.64 por ciento) y los hoteles (-4.92 por ciento), la mayoría de ellos se debieron por el cierre de la temporada vacacional de diciembre.
En contraparte, los productos que más incidieron en el aumento de precios fueron el chile serrano con un incremento de 46.56 por ciento, la cebolla con una expansión de 15.33 por ciento y el jitomate con 3.06 por ciento.
La ciudad que inauguró el año con la mayor variación de precios al alza fue Acapulco, con una expansión de 1.64 por ciento, mientras que los ‘tijuanenses’ percibieron la mayor reducción de ellos, al registrar una disminución quincenal de 1.39 por ciento.
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En el agregado, el componente subyacente del índice -el cual contempla sólo el desempeño de los bienes y servicios de consumo, eliminando la volatilidad de los precios de agropecuarios y las tarifas predeterminadas como las de energéticos y transporte-, llegó a 3.64 por ciento a tasa anual, lo que representó una disminución en comparación de 3.73 por ciento registrado durante la segunda quincena de diciembre.
Por otra parte, el componente no subyacente -que comprende los precios de bienes y servicios que son influenciados por factores externos como el clima o los mercados internacionales-, tuvo una variación a tasa anual de 7.31 por ciento, con lo que hiló su tercera quincena a la baja.
En su variación mensual, la inflación aumentó 0.11 por ciento, mientras que el componente subyacente aumentó 0.08 por ciento y el no subyacente subió 0.19 por ciento.
Fuente: El Financiero