En la zona centro–norte del país se concentra el 27% de la población, genera 79% del producto del PIB y sólo hay 32% de agua renovable, de acuerdo con el Consejo Consultivo del Agua.

En las ciudades, el 40% del agua se desperdicia; al mismo tiempo, existen problemas de escasez en magnitudes diferentes, según cada región del país: en el norte falta este líquido y al sur las inundaciones son comunes; en tanto, en algunos puntos del territorio mexicano hay problemas de suministro porque ha crecido su consumo, pero no ha aumentado el volumen de lo que se obtiene de mantos freáticos, entre otros retos.

Para enfrentar este panorama y poner una solución, se requieren acciones no sólo del gobierno, también de la iniciativa privada y la sociedad civil, de acuerdo con expertos en el marco del Día Mundial del Agua, que se celebra el 22 de marzo.

“Es un reto que requiere de la participación de todos los actores, no sólo del gobierno, también de la iniciativa privada y el factor social. Tampoco los organismos internacionales resolverán el problema por sí mismos, sino que se requiere del esfuerzo colectivo y creativo, encontrando soluciones de política pública y financieras”, explica Eduardo Vázquez, director ejecutivo de Agua Capital, una plataforma con empresas públicas, privadas, la academia y organismos internacionales que buscan la seguridad hídrica del Valle de México.

Por su parte, Carlos Hurtado, gerente de Desarrollo Sostenible de Fundación FEMSA -que integra el fondo junto con otras empresas-, agrega que se trata de un problema compartido en el cual se deben emprender acciones que ayuden a enfrentar los retos relacionados con la escasez del agua.

¿Cuál es la magnitud del problema?

Ambos expertos coinciden en que la escasez del líquido se manifiesta de manera diferente en cada región de la República Mexicana, sin embargo, es evidente que se deben tomar acciones concretas a nivel nacional y frenar esta problemática, que puede generar altos costos a la economía del país.

“La realidad de la problemática se manifiesta de forma diferente. Por ejemplo, en el norte del país hay un mayor problema de escasez en comparación con el sur, donde se están inundando constantemente. Hay otras zonas como el centro, sobre todo en el Valle de México, donde derivado de la sobre explotación del acuífero hay una serie crisis de disponibilidad”, dice Vázquez.

De acuerdo con el Consejo Consultivo del Agua, la zona centro–norte del país concentra 27% de la población, genera el 79% del producto interno bruto (PIB) y sólo hay 32% de agua renovable.

En la zona sur, donde está el 68% del agua del país, se encuentra únicamente el 23% de la población y se genera el 21% del PIB, indicó la organización civil del país dedicada a temas relacionados con dicho recurso.

“El volumen de agua renovable promedio en el país per cápita es de 4,028 metros cúbicos por habitante al año.  Sin embargo, existen diferencias sustanciales entre el sureste y el norte del territorio; se observan áreas con gran escasez de agua y regiones con frecuentes eventos hidrometeorológicos que significan costosas inundaciones”, añade el organismo.

Hurtado agrega que la escasez del agua aumenta los costos porque se debe obtener el líquido de otro lado, al tiempo en que ello afectaría a diversas actividades económicas como la agricultura.

“La industria (refresquera) consume poca agua en proporción del total, de entre 5% y 10%, sin embargo, hay otras como la agricultura, que utiliza 70% u 80%”, indicó el vocero de Fundación Femsa, empresa que embotella productos de Coca-Cola y cuenta con 24 fondos en Latinoamérica para tratar esta problemática.

Fuente: Forbes México 

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