Por: Juan José Rojas Ramos[1]
Las enfermedades diarreicas agudas (EDAS) son un problema de salud pública y una de las principales causas de mortalidad en la edad pediátrica. El rotavirus es la principal causa de diarrea en menores de 5 años. Si el cuadro diarreico se complica puede derivar en la muerte del menor.
Las EDAS son enfermedades prevenibles por vacunación. En nuestro esquema nacional se inmuniza contra el rotavirus a los niños en etapa lactante, es decir, a los dos y cuatro meses de vida.
El Programa de Vacunación Universal (PVU), emitido por el gobierno federal, indica que la cobertura de un biológico debe ser por arriba del 95%. En caso contrario, se constituye una amenaza sobre los logros alcanzados en materia de vacunación.
En México, la cobertura de vacunación contra el rotavirus es en promedio de un 84.8%[2], pero algunos Estados concentran una cobertura muy baja, a saber:
No vacunar a un niño contra el rotavirus o no completar las dos dosis, provoca que éste sea vulnerable a enfermarse de una infección intestinal, con posibilidad de complicarse si no se trata a tiempo o con el debido cuidado, detonando la mayoría de los casos en una enteritis[4] por rotavirus, que es la EDA más común que podría llevar a la muerte del menor, máxime si esta infección se genera en un niño menor a 24 meses de edad. No se puede evitar que la mayoría de los niños se infecten de rotavirus, sin embargo, la diferencia radica en que una vez infectados cuenten con la inmunización suficiente para que la infección no se complique. Si se carece de la vacuna el menor es más propenso a que la infección se agudice, pudiéndose presentar desde un cuadro diarreico grave, deshidratación grave, choque hipovolémico, secuelas con insuficiencia renal crónica o, incluso, la muerte.
Al no tener cobertura adecuada de la vacuna contra el rotavirus, naturalmente se incrementan las EDAS. Al respecto, vale la pena notar el aumento de los casos de enteritis por rotavirus:
Las EDAS tienen mayor impacto y consecuencias negativas en localidades con altas temperaturas y donde exista una carencia en el hogar de acceso a agua potable. A continuación, se muestran los Estados con menor porcentaje de servicio en el hogar de agua potable. En dichas entidades se debe cuidar particularmente que se tenga una adecuada cobertura de vacunación contra el rotavirus:
Por otro lado, una infección por rotavirus se puede complicar todavía más en casos de niños con desnutrición, en ellos la infección se puede diseminar al hígado y al riñón[8] Este dato es alarmante sabiendo que el 14.9% de los niños en México menores de 5 años padecen desnutrición crónica, la mayoría de ellos viven en condiciones de alta marginalidad.[9]
Ahora bien, es lamentable cuando un niño muere por complicaciones por alguna EDA, siendo estas enfermedades prevenibles y tratables. De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS) las enfermedades diarreicas son la segunda causa de muerte en el mundo en niños menores de cinco años.
En el caso de México, las EDAS son la segunda causa de mortalidad en niños de uno a cuatro años. Para 2019, la tasa de mortalidad en este rubro fue de 2.7 por cada 100,000 habitantes.[10]
No se debe bajar la guardia en la cobertura de la vacunación contra el rotavirus, máxime que el conocimiento sobre las EDAS, su prevención y atención oportuna en menores es poco conocido por la población.
Se debe mejorar la coordinación entre las diversas instituciones de salud, federales y estatales, que integran el Sistema Nacional de Salud, en lo referente a la cobertura de vacunación en áreas de difícil acceso, mejorar la cadena de frío y dotar de mayores recursos materiales y humanos a las brigadas de vacunación en localidades rurales.
Es de reconocer el trabajo y las diversas estrategias que a lo largo de los años ha realizado el Sistema Nacional de Vigilancia Epidemiológica (SINAVE), pues ha logrado vencer muchos obstáculos en materia de vacunación; sin embargo, debe focalizar esfuerzos en los Estados que tienen una cobertura baja y que adolecen de problemáticas severas, como son la carencia de servicio de agua potable en el hogar, así como altos índices de desnutrición crónica en menores de 5 años.
También, se debe procurar una evaluación constante y, en su oportunidad, una redefinición o mejora a los lineamientos programáticos y normativos para fortalecer el sistema de información epidemiológica de enfermedades por rotavirus, a través de la Red Hospitalaria de Vigilancia Epidemiológica (RHOVE) y la estrategia de Núcleos Trazadores de Vigilancia Epidemiológica (NuTraVE).
Finalmente, no podemos olvidar que está de por medio la seguridad del paciente[11] y el cuidado de su salud, particularmente de la población infantil, siendo ésta la más vulnerable, pues, al no vacunar oportunamente a un menor el daño en su salud puede tener terribles e irreversibles consecuencias.
Las opiniones expresadas en este artículo son de exclusiva responsabilidad del autor y no necesariamente representan la opinión del Grupo López-Elías.
[1] Licenciado en Derecho por la Universidad Pontificia de México y abogado de Grupo López Elías.
[2] Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (ENSANUT) 2018-2019.
[3] Idem.
[4] Enfermedad causada por una infección en el intestino.
[5] Boletines Epidemiológicos de la Secretaría de Salud, Dirección General de Epidemiología.
[6] Actualizado al 25 de julio de 2022, semana epidemiológica 28.
[7] Anuario estadístico y geográfico por entidad federativa 2020, INEGI.
[8] Manual de Procedimientos Estandarizados para la Vigilancia Epidemiológica de la Enteritis por Rotavirus, Dirección General de Epidemiología, p. 9.
[9] Encuesta Nacional de Salud y Nutrición, (ENSANUT) 2018-2019.
[10] Panorama Epidemiológico y Estadístico de la mortalidad por causas sujetas a vigilancia epidemiológica en México, 2019. Secretaría de Salud, 2020.
[11] Concepto reconocido por la OMS que se refiere a la prevención y reducción de los riesgos, errores y daños que sufre un paciente durante la prestación de la asistencia sanitaria.