El mercado mexicano de deuda tiene una gran aversión al riesgo. A los inversionistas en México no les gusta aventurarse, son cautos, lo que no ayuda a desarrollar el mercado para que pequeñas y medianas empresas (pymes) busquen emitir bonos en la Bolsa Mexicana de Valores (BMV).

José Oriol Bosch, director general de la BMV indicó recientemente que el centro bursátil desarrolla una campaña a lo largo del país para atraer nuevas empresas. Explicó que 100 empresas están en trámites para listarse en la BMV.

Lo cierto es que esa cifra parece lejana. Sobre todo si las empresas que se quieren hacer públicas no cuentan con calificación y nota aprobatoria para llamar la atención de los inversionistas.

María Ariza, directora general de la nueva Bolsa Institucional de Valores (Biva), demandó recientemente que se generen incentivos para que los inversionistas institucionales miren a las pymes.

La directiva destacó que los crecimientos pueden ser más interesantes que los otorgados por las grandes empresas.

De una muestra de 64 emisiones de deuda en la BMV, de enero del 2018 al pasado 24 de septiembre, de corto plazo y de largo plazo, 73% de ellas cuenta con calificación de “AAA”; 8% “AA”; “AA+”; 5% hasta la más baja que fue “BBB+”, nada por debajo de eso se emitió.

Las “AAA” otorgadas a las empresas representan la máxima calificación asignada en el país y que tienen baja expectativa de incumplimiento de pago.

Las “BBB+” tienen un riesgo moderado de incumplimiento ante cambios en las condiciones económicas o circunstancias que afecten la capacidad de pago.

Yamur Muñoz, director de mercado y deuda del banco inglés HSBC, explicó que tomadores para bonos de triple A existen debajo de una A cuesta mucho trabajo colocarlos entre los inversionistas.

El experto de uno de los bancos más activos en la colocación de bonos en el país expresó que “existe mucha aversión al riesgo por papeles de empresas de menores calificaciones y son las que más necesitan los recursos y que podrían dar un excelente rendimiento”.

No hay interés

Santiago Mercado, director de relación con inversionistas de Alignmex, empresa dedicada a desarrollar vivienda en renta para un segmento de alto poder adquisitivo, comentó: “O no hay gente dispuesta a tomar el riesgo o no pueden”.

Mercado es responsable de la emisión del primer fondo inmobiliario en colocar un certificado de desarrollo de vivienda en renta por 2,000 millones de pesos y preparan la colocación de otro por 3,000 millones de pesos.

“Más de 95% de los bonos que emitimos son tomados por inversionistas institucionales, afores, fondos de pensión privados, aseguradoras, entre otros. Ellos no pueden tomar el papel, tienen límites para adquirir cierto tipo de deuda. Las sociedades de inversión no están dispuestas a tomar más riesgo”, explicó.

En entrevista, el directivo que planea emitir hasta 20,000 millones de pesos en bonos en cinco años, aceptó que el grueso de los inversionistas institucionales tiene limitaciones en el riesgo en los títulos que pueden invertir a menores grados de inversión, esos papeles no los toman. “Calificaciones menores a ésas pueden ser colocadas entre la banca privada; personas físicas podrían tomar mayor riesgo, pero son los menos. Es difícil que crezca el mercado”.

Muñoz recordó que a pesar de que empresas más pequeñas dan un mejor rendimiento, les cuesta mucho ser aceptadas en el mercado y obtienen mejores resultados en el mercado de Estados Unidos que en México.

Fuente: El Economista

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