Durante la actual administración federal, los estados del Bajío fueron los más dinámicos en el sector manufacturero del país.

De acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía, Guanajuato, San Luis Potosí y Aguascalientes ocupan el top tres de mayor avance en la contribución del valor de las industrias manufactureras a nivel nacional; Querétaro se ubicó en el octavo lugar.

Al respecto, Kristobal Meléndez Aguilar, analista del Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP), explicó que la ubicación del Bajío es lo que le ha ayudado a posicionar la manufactura como una actividad económica importante.

“La ubicación de los estados es estratégica, es un punto intermedio entre Nuevo León, Jalisco y la Ciudad de México, permite que los productos que salen por la manufactura se puedan comercializar fácilmente”, señaló.

El analista del CIEP indicó que el fortalecimiento manufacturero deriva de una estrategia a largo plazo, en donde los gobiernos estatales vieron un área de oportunidad.

Guanajuato ocupa la primera posición en mayor avance en la contribución del valor manufacturero del país, ya que en el 2012 la proporción fue de 7.4%, mientras que en los primeros ocho meses del 2018 llegó a una relación de 9.6%, es decir, un aumento de 2.19 puntos porcentuales en dicho periodo.

Ante este panorama, Manuel de Jesús Gómez Zaldívar, investigador de la Universidad de Guanajuato (UGTO), mencionó que las industrias que más se han catapultado en la entidad son la agroalimentaria y la automotriz.

“Efectivamente, en Guanajuato se optó por una estrategia a largo plazo para que la industria manufacturera se fortaleciera, pero también viene de la mano el plan de atraer Inversión Extranjera Directa (IED). Los gobiernos del estado tomaron una serie de decisiones que han beneficiado a las empresas trasnacionales, les dan un exceso de facilidades, se les donan terrenos, se les facilitan permisos”, explicó.

A esto se suma que el estado de Guanajuato obtuvo un crecimiento de 8.2% en la producción manufacturera durante el actual sexenio federal, como promedio de las variaciones anuales que se presentaron entre diciembre del 2012 y agosto del 2018, en términos reales, con lo cual se colocó en el cuarto escalón nacional.

Lari Arthur Viianto, académico de la UGTO, afirmó que esta dinámica se explica por la unión regional del Bajío, ya que, dijo, es muy común ver plantas de una misma empresa en Guanajuato y Querétaro.

“Se tiene mucho que hacer en sueldos, es verdad que la industria manufacturera en Guanajuato ha crecido, pero debemos también mejorar el modelo y también se debe traer seguridad, porque las inversiones se pueden ir por los niveles de violencia”, indicó Arthur Viianto.

Condiciones económicas

El segundo lugar en avance de la participación en el valor manufacturero de México lo ocupa San Luis Potosí, con un aumento de 1.51 puntos porcentuales, al pasar de 3.2% en el 2012 a 4.8% en el periodo enero-agosto de este año. La tasa de crecimiento de la producción de las industrias manufactureras del estado fue 10.3% en el lapso de análisis referido (tercer lugar en el país).

Para Moisés Braulio García Martínez, catedrático de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí, dicho comportamiento ocurrió porque mejoraron las condiciones jurídicas y económicas para que la iniciativa privada invirtiera.

“Podemos hablar de una buena producción a nivel estado y se dio porque la iniciativa privada vio un nicho de oportunidad. Lo que se hizo en San Luis Potosí fue una fuerte promoción, por medio de campañas empresariales a largo plazo, para que la IED llegará y así los inversionistas vieran cuáles eran las condiciones económicas del estado”, afirmó.

Por su parte, Aguascalientes exhibió la tercera posición en participación (alza de 1.34 puntos porcentuales) y segunda en incremento de la producción (10.7%) —detrás de Baja California Sur con 35.2 por ciento.

Este comportamiento de la industria hidrocálida derivó de ascensos, como media de las variaciones anuales entre diciembre del 2012 y agosto del 2018, en términos reales, en los subsectores de papel (18.5%); productos a base de minerales no metálicos (17.9%); equipo de transporte (12.7%), maquinaria y equipo (12.6%); muebles, colchones y persianas (8.3%); productos metálicos (7.9%); madera (5.6%), y alimentario (1.5 por ciento).

Dentro de la dinámica

Querétaro también aumentó su participación en el valor de la industria manufacturera del país en 0.17 puntos porcentuales, quedando en el top 10; la entidad mostró una tasa de crecimiento manufacturero de 3.7 por ciento.

Humberto Banda Ortiz, académico de la Universidad Autónoma de Querétaro, puntualizó que la manufactura estatal podría acelerar más si se ofreciera un panorama nacional e internacional político más seguro.

“Querétaro tomó una estrategia a largo plazo, como el resto de los estados del Bajío, por ello las empresas actualmente no se pueden ir; sin embargo, si se ofreciera una mejor seguridad política, saber qué pasará a nivel federal y con Estados Unidos y Canadá, el crecimiento de la zona aumentaría y, por supuesto, los resultados se verían en unos años”, refirió.

Los otros

Además de los territorios que integran el Bajío, Coahuila, Baja California y Puebla mostraron avances importantes en producción manufacturera durante el actual sexenio.

“Coahuila tiene una larga historia manufacturera, su crecimiento es debido a que hay una red de clientes y proveedores que aprovechan la estrategia del tipo de cambio, se venden en dólares los productos”, expuso Meléndez Aguilar.

“Baja California tiene una cercanía con Estados Unidos, permitiendo que se den varias oportunidades, lo que se produce por el sector manufacturero se va directo al país vecino. Puebla también ha apostado por una estrategia de atraer IED y más para el sector automotriz, en donde se ve que ha manejado una red de distribución, lo que se fabrica va a otros países”, agregó el analista del CIEP.

A pesar de obtener tasas de crecimiento menores a 3.0%, el Estado de México y Nuevo León fueron las dos entidades que más aportaron a la manufactura nacional en los últimos años, que en conjunto suman una cuarta parte de la producción fabril.

La investigadora de la Universidad Nacional Autónoma de México, Eufemia Basilio Morales, detalló que el Estado de México es la potencia en la producción manufacturera en el país.

“Es cierto que el estado ha disminuido su dinamismo y esto puede ser por los niveles de violencia que se han registrado, como en Ecatepec, que es una zona industrial muy peligrosa para las mujeres, las inversiones se van si no hay seguridad”, precisó.

Nuevo León, destacó, pudo crecer más, pero ha tenido malas administraciones, “está un poco lejos de su eje de crecimiento, se debe ofrecer más certidumbre a los inversionistas”.

Contracciones

En la actual administración federal, siete entidades registraron disminuciones en la producción manufacturera, como promedio de las variaciones anuales entre el último mes del 2012 y agosto del 2018; la caída más pronunciada se dio en Tamaulipas (4.5 por ciento).

Francisco García Fernández, académico de la Universidad Autónoma de Tamaulipas, dijo que los resultados del estado no sorprenden, ya que la industria está estancada debido a la dependencia que tiene el gobierno estatal con el federal, tanto en seguridad como en recursos públicos.

“En Tamaulipas no hay crecimiento, la población no quiere trabajar en las empresas porque se les ofrece poca paga”, comentó.

“Las políticas en Tamaulipas, en los últimos años, no han ido enfocadas a incentivar la producción de forma adecuada, no hubo un plan a largo plazo, aunado a la situación de violencia, dando lugar a que varias empresas nacionales y extranjeras hayan dejado de invertir y producir en el estado”, manifestó Basilio Morales.

Fuente: El Economista 

© 2018 by LEFP

logo-footer

            

error: Content is protected !!