Para el 2019, el gobierno de Andrés Manuel López Obrador tendrá una bolsa cercana a 20,000 millones de pesos para su plan de vivienda social y con el cual se contempla la realización de 150,000 acciones divididas en cinco vertientes: esquema de subsidios, proyectos estratégicos, mejoramiento urbano, sembrando hábitat y, el más importante al menos para el siguiente año, la reconstrucción aún pendiente en diversas zonas del país afectadas por desastres naturales.

En su participación en el Foro Universitario de Vivienda realizado en la Universidad Anáhuac, Edna Vega Rangel, quien será la próxima directora de la Comisión Nacional de Vivienda (Conavi), adelantó que el programa de vivienda social tendría estos 20,000 millones de pesos en el 2019 por la suma de diversos programas que en la actualidad funcionan en organismos distintos.

“Hoy llegamos a tener una propuesta de cerca de 20,000 millones de pesos, eso ya es una base que nos estará permitiendo desarrollar las vertientes prioritarias; ese monto se va a redistribuir en distintas vertientes”, explicó Vega Rangel.

“Para llegar —añadió— a esta bolsa se sumaron programas como el de Cuartos Rosas, el de Reserva Urbana, y otros dos programas por ahí perdidos en Sedatu; está el de Apoyo a la Vivienda del Fondo Nacional de Habitaciones Populares y el de Soluciones Habitacionales de Conavi. Entonces, juntando todo esto más lo que se está asignando para reconstrucción, que son 7,000 millones de pesos, más mejoramiento urbano que son 3,000 millones de pesos, es de ahí de donde sale el monto”.

Reconstrucción pendiente

De acuerdo con la próxima funcionaria, de las cinco vertientes establecidas para el esquema de vivienda, la de reconstrucción será una de las prioritarias y la única donde se subsidie en su totalidad, ya sea por reparación o reedificación del inmueble afectado por alguno de los desastres naturales recientes.

“Es lamentable lo que hemos encontrado en algunos estados; estamos por concluir un censo que nos indica que, de las 180,000 viviendas afectadas (por los sismos del 2017), prácticamente la mitad no han sido restauradas; todavía no llegamos, y hay que reconstruir lo que pasa en otros lugares, por ejemplo, lo que está pasando (con las inundaciones) en Nayarit y Sinaloa”, apuntó Vega Rangel.

Cuestionada sobre el monto máximo del subsidio para apoyar la reconstrucción, Vega Rangel se limitó a responder que dependerá de la necesidad de las personas afectadas y enfatizó que para esto se dispondrán de al menos 7,000 millones de pesos.

Para otras vertientes, como el Programa de Soluciones Habitacionales, se continuará en el tenor de que el subsidio tiene que estar acompañado con un financiamiento por parte de alguna entidad ejecutora, como puede ser Infonavit, Fovissste o alguna institución financiera, y así otorgar una solución habitacional; para este eje se estima un presupuesto cercano a 5,000 millones de pesos.

“En las demás vertientes, será una combinación de un subsidio que otorga la Conavi con otras fuentes de financiamiento, y el subsidio ya no sería igual para todo el mundo, sino que sería otorgado en función de los ingresos”, acotó.

Otra de las vertientes contempladas en dicho esquema es la de apoyos para la vivienda en zonas donde se contemplan proyectos de infraestructura como el Tren Maya y la construcción de nuevas refinerías.

“Hay zonas que son de alto riesgo porque, por ejemplo, hay barrancas, entonces la idea es buscar dónde reubicar las viviendas de tal manera que la población no salga afectada por los proyectos”, explicó.

Fuente: El Economista

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