En 2018, las finanzas públicas de México registraron un superávit en su balance primario (ingresos menos gastos, excluyendo intereses) por segundo año consecutivo, pero fue menor a lo previsto por el gobierno federal.

El superávit primario fue de 0.6 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB), equivalente a 143 mil 712 millones de pesos. La estimación original de la Secretaría de Hacienda era de 0.8 por ciento. Sin embargo, en septiembre pasado ajustó dicha previsión a 0.7 por ciento del PIB.

Sin embargo, cabe destacar que el superávit de 2018 fue mayor al observado en 2017, de 0.4 por ciento, sin considerar el Remanente de Operación del Banco de México que el instituto central entregó a la Federación por 321 mil 653 millones de pesos.

Por otra parte, la deuda de México, medida mediante el Saldo Histórico de los Requerimientos Financieros del Sector Público, bajó por segundo año consecutivo de 45.8 a 44.8 por ciento del PIB. El resultado fue mejor de lo esperado, pues el gobierno federal estimaba que el endeudamiento público se ubicaría en 45.3 por ciento al cierre del año.

La Secretaría de Hacienda informó que los ingresos presupuestarios se ubicaron en 5.11 billones de pesos, lo que significó una caída de 1.5 por ciento con respecto a 2017. Sin embargo, esta cifra incorpora los remanentes de Banxico en 2017. Sin ellos, los recursos presupuestarios se incrementaron 5.4 por ciento.

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A su interior, los ingresos tributarios (recaudación de impuestos) aumentaron 2.2 por ciento de forma anual, impulsados por el Impuesto Sobre la Renta, cuya captación aumentó 10 por ciento, mientras que el Impuesto Especial Sobre Producción y Servicios de gasolinas y diésel cayeron 17 por ciento, por el beneficio fiscal que concede la Federación para evitar un impacto abrupto de un aumento en precios del combustible.

En lo que se refiere al gasto, éste sumó 5.59 billones de pesos, un aumento de 2.9 por ciento con respecto a 2017, y fue 347 mil 176 millones de pesos mayor a lo programado, a pesar de la austeridad gubernamental.

El mayor gasto se sustenta fundamentalmente en ingresos adicionales a los previstos en la Ley de Ingresos de la Federación y el destino que les otorga la Ley Federal de Presupuesto y Responsabilidad Hacendaria, señaló Hacienda en el Informe de Finanzas y Deuda públicas del cuarto trimestre de 2018.

Fuente: El Heraldo de México 

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