En 2018, el gobierno mexicano pagó 615 mil 41 millones de pesos (mdp) por el costo financiero de la deuda pública, es decir, por intereses, comisiones y otros gastos, lo que significó un alza de 15.31 por ciento, respecto al año previo.

El incremento fue superior al observado en 2017, cuando el servicio de la deuda aumentó 12.7 por ciento, según la Secretaría de Hacienda.

Sin embargo, el monto erogado en 2018 fue menor de lo esperado en 32 mil 439 mdp, pues se tenía previsto un desembolso por poco más de 647 mil millones para cumplir con esta parte de sus obligaciones financieras.

La reducción, con respecto a lo programado, se dio en medio de cierta estabilidad del tipo de cambio y una concentración mayor de la deuda en el mercado interno.

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El Saldo Histórico de los Requerimientos Financieros del Sector Público (SHRFSP), conocido como la deuda ampliada de México, ascendió a 10.55 billones de pesos al cierre de 2018, un aumento anual de 5.18 por ciento. No obstante, con respecto al Producto Interno Bruto, el SHRFSP bajó de 45.8 a 44.8 por ciento del PIB.

Según Flavia Rodríguez, directora de la consultoría Aregional, si bien es cierto que la deuda nacional y su costo financiero es manejable en comparación con otros países, también es cierto que en el sexenio de Peña Nieto aumentó de manera importante, y existe el riesgo de que la tendencia a la baja no se logre mantener en 2019.

Se espera que el tipo de cambio se mantenga volátil y las tasas de interés altas, lo que puede presionar el pago de intereses y gastos asociados a ellos, señaló la especialista.

Cifras de Hacienda muestran que el perfil crediticio de México es mejor que años atrás. De 1995 a 2018, el porcentaje de la deuda en moneda nacional pasó de 20 a 76 por ciento, mientras que el vencimiento de menos de un año a más de ocho años.

Fuente: El Heraldo de México 

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