Ing. Ezequiel González Ruiz
Las Participaciones y Aportaciones Federales que reciben los Estados y Municipios, desde su nacimiento, tuvieron como objetivo una redistribución de la riqueza nacional entre sus participantes, favoreciendo a las entidades con mayor rezago social. De esta manera, los gobiernos locales renunciaban al cobro de ciertas contribuciones y se incorporaban al pacto federal bajo la Ley de Coordinación Fiscal emitida y aprobada en al año 1980.
La nueva ley estableció las reglas de distributiva de las Participaciones y Aportaciones Federales, donde las primeras son de libre disposición y las segundas están etiquetadas para uso de un fin específico.
Te puede interesar: Implicaciones de la LDF en las Entidades Federativas
Con el paso del tiempo se ha constatado que se necesita hacer una revisión a las fórmulas que determinan la distribución de las trasferencias federales, esto es debido a lo siguiente:
- La distribución no toma en cuenta las diferencias geográficas y de clima de las diversas regiones del país: no es lo mismo construir escuelas en el centro del país que hacerlo en la zona norte o sur, donde las condiciones climatológicas pueden ser más extremas y, por tanto, la inversión y operación de las mismas será mayor.
- Con la descentralización de los servicios educativos y de salud hace algunas décadas, y con el proceso de centralización hace un par de años, se generó un desbalance presupuestal en las entidades, ya que las prestaciones y actualizaciones no se tomaron en cuenta y muchas de las entidades deben presupuestarlos y cubrirlos con ingresos propios.
- No existe un estímulo efectivo, aunque se han hecho intentos, para que los Estados y Municipios dependan menos de las transferencias federales. El porcentaje que representan los ingresos propios de las transferencias federales, se ha mantenido alrededor del 10%, haciendo que el crecimiento de las entidades dependa de la recaudación federal participable.
La revisión y actualización a las fórmulas de distribución de transferencias federales, le traería otro dinamismo a las finanzas públicas subnacionales, fortaleciendo y diversificando sus ingresos y haciendo madurar sus administraciones.
