A pesar de la austeridad y de las reformas tributarias implementadas en los países de Centroamérica, la deuda pública regional alcanzó 45% del Producto Interno Bruto (PIB) en 2018, en comparación con el 42.8% alcanzado en 2017.
Así lo dio a conocer el Instituto Centroamericano de Estudios Fiscales (Icefi), a través de su informe Perfiles Macrofiscales de Centroamérica número 11, en el que reconoce que este aumento se debe una contracción de la carga tributaria que produjo que el déficit fiscal creciera de 2.5% en 2017 a 2.7% en 2018.
En ese sentido, conforme los registros, Costa Rica, El Salvador y Honduras, alcanzaron los valores críticos establecidos por las instituciones financieras internacionales para la relación deuda y PIB mayor de 40%.
Mientras que Costa Rica, El Salvador y Panamá exceden los valores recomendados para la relación deuda e ingresos públicos que alcanzó el 250%.
“La sostenibilidad de la deuda es más complicada para Costa Rica y El Salvador, los cuales, uno con reforma fiscal y el otro con contracciones del gasto y mejoras administrativas recaudatorias, están tratando de que la deuda pública no crezca”, informó el instituto a través de un comunicado.
“Sobre este particular, Honduras y Guatemala presentan los casos más dramáticos, dado a que su plan de ajuste para el primer caso y la mal interpretada disciplina fiscal para el segundo, han producido el descuido de los servicios orientados a la población”, sentenció.
A su vez en el Informe, que contiene el análisis de la situación fiscal de la región centroamericana al cierre de 2018 y su comparación con los períodos previos, señaló que el gasto publico promedio de la región bajó al 18.3% del PIB en 2018.
Conforme los presupuestos aprobados por los seis países de Centroamérica, y luego de registrar 18.4% en 2017 y 19% en 2016, el gasto público al final de 2019 alcanzaría 18.2%, reportando el cuarto año consecutivo de disminución, informó.
Al respectó el Instituto concluyó que las estrategias fiscales de los países de la región en los últimos años, han privilegiado la sostenibilidad de la deuda y se han alejado paulatinamente de la búsqueda del bienestar común, como lo mandan sus cartas magnas.
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En especificó los países que han adoptado con mayor énfasis una política de austeridad son Honduras, cuyo gasto se redujo desde el 20% del PIB en 2017 al 19.1% en 2018 y estima 19% en 2019.
Panamá que redujo su gasto desde 17.1% en 2017 al 16.6% en 2018 y Costa Rica que registró una contracción desde el 20.5% en 2017 al 20.2% en 2018.
En sentido contrario, los Gobiernos que aumentaron su gasto fueron El Salvador, que incrementó el tamaño del Gobierno Central del 21.5% en 2017 al 22.2% en 2018, como consecuencia, tanto de la transparencia en los gastos vinculados al sistema previsional, como del incremento de los mismos por el proceso electoral que vivió dicho país.
También Guatemala aumentó ligeramente su gasto del 12.1% en 2017 al 12.3% en 2017 y Nicaragua, a pesar de la profunda crisis política, sin precedentes en las últimas dos décadas, registró un aumento del 19.4% en 2017 al 19.6% en 2018.
La reducción del gasto regional en 2018 se manifestó en los gastos de inversión, que se contrajeron de 3.6% al 3.5% del PIB y que tendrá alguna repercusión en el largo plazo, tanto en la construcción de mejores condiciones de vida de la población, como en el aumento de la productividad de los países, lo que repercutirá en su competitividad mundial.
Fuente: Forbes México