El programa de incentivos fiscales del gobierno federal provocó, en gran medida, que la región fronteriza registrara el mayor incremento en la producción industrial del país.
El programa federal de zona libre, el desarrollo de infraestructura, más una profunda coordinación política entre gobiernos estatales y municipales, son los principales factores que provocaron que la frontera norte del país se convirtiera en la región más dinámica en actividades industriales al inicio de año, coincidieron especialistas.
De acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía, la actividad industrial de la frontera norte registró un crecimiento anual de 4.8% en enero del 2019, el mayor nivel en México.
El director del Instituto para el Desarrollo Industrial y el Crecimiento Económico (Idic), José Luis de la Cruz Gallegos, explicó que un elemento que ha detonado a los estados del norte (Sonora, Coahuila, Chihuahua, Nuevo León, Tamaulipas y Baja California) ha sido una apuesta hacia la industria de la construcción, ya que las autoridades estatales y el empresariado han visto que para que lleguen inversiones, se necesita contar con instalaciones y desarrollos inmobiliarios, así como vías carreteras.
“Lo que podemos ver es que en la frontera norte se ha tenido una dinámica positiva en los últimos años, las entidades norteñas han optado por invertir en obras públicas y atraer inversión para construcción privada. Esto responde a la necesidad de atraer mercado de la Unión Americana. Se busca estar comunicados”, subrayó.
El presidente del Colegio Estatal de Economistas de Baja California, Domingo Ramos Medina, consideró que el dinamismo que registró la región se debe en gran medida a la política de estímulos fiscales que implementó la nueva administración federal, encabezada por Andrés Manuel López Obrador.
El Programa Zona Libre de la Frontera Norte empezó su aplicación desde el pasado 1 de enero en los 43 municipios fronterizos con Estados Unidos, en los cuales se ofrecen beneficios al desarrollo como la reducción del pago del Impuesto al Valor Agregado a 8% y del Impuesto sobre la Renta a 20%, el incremento del salario mínimo regional al doble y la homologación del precio de los combustibles con los de la Unión Americana.
“Hay una apuesta hacia el norte por medio de los estímulos fiscales, y esto ha hecho una diferencia (…) Es importante que este tipo de políticas públicas estén enfocadas a largo plazo, no podemos cambiarlas cada sexenio, debemos entender que la zona norte tiene una vocación, y esto que se ha hecho por parte del gobierno federal la beneficia”, refirió Domingo Ramos.
Sin embargo, expuso, el dinamismo también se debe a la coordinación entre los gobiernos estatales y municipales, los cuales se han comunicado entre sí, y han optado por seguir el diálogo con Estados Unidos, y así reforzar los lazos comerciales.
“Las autoridades locales del norte han trabajado duro para hacer alianzas con las entidades de la Unión Americana, y esto ha permitido un desarrollo; también lo que ha beneficiado este diálogo es el apoyo federal”, ahondó.
Escenario complicado
Por su parte, la actividad económica del Bajío cayó 3.9% anual en enero de este 2019, que significó el peor inicio de año desde el 2009 (-7.7%) —periodo de la crisis económica y financiera a nivel mundial—.
El director de Idic declaró que la disminución del Bajío (Querétaro, Guanajuato, Aguascalientes y San Luis Potosí) es el resultado de la suma de varios factores, entre ellos “desaceleración económica, crisis de combustible y toma de vías férreas en Michoacán”.
“Esta caída en las actividades industriales se debe a una desaceleración económica mundial, derivada por la guerra comercial entre varios países, esta situación cada vez se está profundizando más. Por ende, las entidades que se dedicaban a la industria son las más afectadas”, enunció.
Señaló que además de la desaceleración económica, dos factores nacionales ocurridos en enero lastimaron el desempeño del Bajío: el desabasto de combustible, derivado de la guerra contra el huachicol, y la toma de vías férreas en Michoacán, cuyo origen fue por el conflicto magisterial.
“Estos dos factores han lastimado seriamente al Bajío, se empezó con el pie izquierdo el año, lo que se debió hacer en ese momento fue implementar estrategias que ayudaran a que se impulsara un crecimiento”, detalló de la Cruz Gallegos.
Afirmó que el escenario oscuro para las entidades del Bajío seguirá: “mi punto de vista es que continuará la tendencia, hay que agregar varios factores que van a exacerbar estos resultados negativos, cierre de aduanas, además de que se están dando restricciones arancelarias para ciertos productos, y una crisis de seguridad. Lo que vamos a ver es que estos números al menos van a conservar esta tendencia adversa”.
El académico de la Universidad Autónoma de Querétaro, Humberto Banda Ortiz, puntualizó que fue un error que el gobierno federal no apoyara al Bajío para resolver el desabasto de combustible y el conflicto magisterial, “otro factor son los nulos incentivos fiscales”.
“Todo esto ha sido derivado de las nulas políticas federales, las empresas están viendo que se les están otorgando incentivos a otras regiones y más facilidades. Además, hay otro factor, las personas, ante las políticas federales que no dan seguridad económica, están dejando de comprar bienes, la gente del Bajío ya no está comprando casas, están ahorrando, y ante esto la industria de la construcción cae”, acentuó.
Manifestó que el problema de seguridad también es un detonante que está alejando la inversión, “si no se resuelve, todas las actividades económicas de la región caerán”.
José Gil Gordillo Mendoza, secretario de Comisiones del Colegio de Economistas de Aguascalientes, reveló que una de las causas probables por las cuales se está dando la disminución industrial es por la Inversión Extranjera Directa (IED), la cual se ha estado alejando poco a poco.
“Se tiene que revisar el comportamiento de la IED, si ésta se paraliza las demás actividades también, esto puede ser ante el cambio de administración federal, y factores internacionales”, expresó.
Es importante mencionar que el Bajío no se contempla en el Plan Nacional de Desarrollo 2019-2024.
Poco a poco
En el primer mes del 2019, la actividad industrial del sur-sureste descendió 5.1% anual, el mayor retroceso en el país y la caída más pronunciada de la que se tiene registro en la región, para un mismo periodo de comparación.
Para Jorge Antonio Acosta Cázares, académico de la Universidad Veracruzana, esta situación se revertirá con los proyectos del gobierno federal.
“A pesar de que el sur-sureste sea una región rezagada, los nuevos proyectos federales, como el Tren Maya, Istmo de Tehuantepec, así como la refinería de Dos Bocas, representan una oportunidad para hacer crecer la economía y las actividades industriales”, recalcó.
Afirmó que la industria de la construcción será la que tendrá un mejor desempeño, ya que se podrán desarrollar vías de comunicación, complejos hoteleros, entre otras obras de infraestructura.
“También están los estímulos fiscales para el Istmo de Tehuantepec, esto podría hacer que lleguen empresas, pero todo dependerá también de las autoridades estatales y su comportamiento, las secretarías de Desarrollo Económico deben llevar un diálogo profundo con la Iniciativa Privada, de lo contrario no se podrá lograr dejar atrás el rezago”, aseveró.
Fuente: El Economista