Para contener el aumento de los pasivos, sacrifica inversiones.
La deuda de Pemex cada vez tiene un impacto mayor en sus finanzas.
En 2018 tuvo que destinar 28 centavos de cada peso de sus ingresos, para pagar intereses y otros costos de la deuda, mientras que hace 8 años destinaba sólo 9 centavos por cada peso, ante una deuda creciente que terminó por castigar las inversiones de la empresa.
Entre 2010 y 2018 el costo financiero total de la deuda, el cual incluye el pago de comisiones e intereses, pasó de 33 mil 400 millones de pesos a 122 mil millones de pesos, lo que implicó un incrementó acumulado de 265 por ciento. Tan sólo en 2018, el dinero que Pemex tuvo que destinar para el pago de la deuda representó 62 por ciento del total de inversiones, cuando se canalizaron 198 mil millones de pesos para ese rubro, de acuerdo con la petrolera y un análisis del Centro de Estudios de las Finanzas Públicas de la Cámara de Diputados.
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“El costo financiero de la deuda depende mucho del tipo de cambio, gran parte del endeudamiento de Pemex está en moneda extranjera, mientras más volátil sea el dólar más inestable será el costo de la deuda”, dijo Arturo Carranza, experto de la consultoría Mercury.
Entre 2010 y 2018, el tipo de cambió registró un crecimiento de 51.9 por ciento, al pasar de 12.35 a 19.65 pesos por dólar.
Para contener el incremento de la deuda, Pemex tuvo que sacrificar sus inversiones, reconoció Alberto Velázquez, director de finanzas de Pemex.
“La única forma de no recurrir a más deuda y cubrir el balance financiero fue ajustar la inversión; por eso en 2017 y 2018 tuvimos las caídas más drásticas de la inversión de la empresa”, expuso el funcionario de la petrolera.
Entre 2013 y 2018 la inversión de Pemex se desplomó 56 por ciento, al pasar de 446 mil millones de pesos a 198 mil millones de pesos.
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El directivo añadió que para afrontar este problema Pemex aplicará una estrategia en dos etapas: la primera consiste en no contratar más deuda, y la segunda, que se aplicará entre 2022 y 2024, se enfocará en lograr una reducción gradual de los pasivos, a partir de mayores flujos de ingresos por un incremento de la producción de petróleo.
“El escenario del gobierno es positivo, ya que no ha incrementado el endeudamiento y ha refinanciando parte de su deuda a tasas más accesibles; hacia adelante será crucial saber cuáles serán las prioridades de inversión de Pemex y los mecanismos para financiarlas”, agregó Carranza.
Fuente: El Heraldo de México