El presidente López Obrador ha sugerido que el banco central también debería velar por el crecimiento.

A 25 años de la autonomía del Banxico, mantiene su mandato

La autonomía de los bancos centrales es un determinante de la estabilidad de precios, entiéndase  inflación baja, así se define en diferentes documentos del Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Internacional de Pagos (BIS, por su sigla en inglés). De hecho, el único banco con un doble mandato es la Reserva Federal de Estados Unidos.

En diversos análisis se plantea que, previo a que un banco central sea autónomo, se presentan altos niveles de inflación. En el caso de países emergentes latinoamericanos, como México, hubo periodos de gasto público desordenado, déficit fiscal y una excesiva emisión de deuda.

Para el caso mexicano, en los años previos a la autonomía, la inflación promedio de 1970 a 1994 fue de 38.03 por ciento. Luego de abril de 1994, tras entrar en operación la autonomía, y hasta marzo de 2019, la variación de los precios generales promedió 8.71 por ciento.

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Durante los últimos 25 años la posibilidad de un doble mandato, que incluye velar por el crecimiento, ha sido planteada durante el gobierno de Felipe Calderón, lo que incluso generó un claro enfrentamiento con el entonces gobernador, Guillermo Ortiz Martínez, y ha resurgido en el actual gobierno con comentarios del presidente Andrés Manuel López Obrador, quien ha dicho que le gustaría que el Banxico, que hoy se enfoca en su mandato sobre la inflación, velara por el crecimiento económico.

Crisis mundial, parteaguas

Al interior de un análisis presentado por el CEMLA, explican que una combinación de renovado nacionalismo, gobiernos populistas y otros factores económicos desfavorables, ha llevado a cuestionar la autonomía de los bancos centrales en la región.

“Lo que hasta hace poco hubiera sido inconcebible, en los últimos años hemos visto a primeros mandatarios intimidando a los funcionarios de bancos centrales”.

Explican que la crisis financiera mundial de 2008 “fue un parteaguas en muchos sentidos, particularmente en cuanto a que tomaron medidas sin precedentes”.

Refieren que después de la crisis, a varios bancos centrales se les han asignado nuevas responsabilidades e instrumentos, otorgándoles mayor poder, pero cuestionando su legitimidad.y

Fuente: El Economista

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