Por: Benjamín Gutiérrez Zapién

Ante la incertidumbre económica internacional que afecta directamente la economía nacional y como medida de respaldo anticíclica, en 2014, la administración del entonces presidente de México, Enrique Peña Nieto, emitió un decreto para que el denominado “Fondo de Estabilización de los Ingresos Petroleros” cambiara su nombre a “Fondo de Estabilización de los Ingresos Presupuestarios” (FEIP) y, con ello, se modificaran sus reglas de operación para poder hacer uso de estos recursos ante reducciones imprevistas en la recaudación de ingresos petroleros y tributarios, y compensar estas disminuciones respecto a lo establecido en la Ley de Ingresos de la Federación, para alcanzar las metas de equilibrio fiscal y finanzas sanas.

Al cierre de diciembre de 2018, 30 días después del inicio de la actual administración, la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) reportaba un saldo en el FEIP de 279,770.7 millones de pesos (MDP). Durante 2019 se registraron entradas de capital en dicho fondo, por 35,482.3 MDP, principalmente por concepto de intereses (21,627 MDP); sin embargo, las salidas de recursos fueron por 155,473.7 MDP, es decir, 4.4 veces más que lo contribuido para ese mismo año. El saldo a diciembre de 2019 del FEIP fue de 158,543.8 MDP, 56.6% menos que el resultado de 2018. De este recurso, 125,000 MDP fueron destinados para compensar la disminución de ingresos del Gobierno Federal y 31,473.7 MDP como aportaciones por transferencias al Fondo Mexicano del Petróleo para la Estabilización y el Desarrollo (FOMPED).

Ante estos cambios, la SHCP declaró que “se utilizaron 125 mil millones del FEIP en lugar de los 149 mil 598 millones de pesos estimados para compensar la caída de los ingresos petroleros y tributarios del Gobierno Federal”.

Las circunstancias económicas actuales obligan a pensar que el Gobierno Federal hará uso de los recursos del FEIP para hacer frente a la contingencia actual; sin embargo, dicho recurso puede ser insuficiente dada la magnitud y el impacto negativo de la contingencia sanitaria en sectores productivos de cada una de las entidades. La SHCP estima que el PIB en 2020 tenga un decrecimiento, en el peor escenario, de -3.9%, mientras que organismos internacionales como el FMI o el Banco Mundial calculan una contracción de -6.6% y -7.5% respectivamente, por lo que la perspectiva para las finanzas públicas no es nada favorable.

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Ante esto, el FEIP, de acuerdo al objetivo de su origen, aplica como una fuente de ingresos de emergencia; sin embargo, según sus reglas de operación, solo se podrá utilizar el 50% de los 158,543.8 MDP disponibles, lo que  deja 79,271.9 MDP libres para afrontar contingencias durante 2020, esto equivale a 50.7% de lo usado durante 2019, un año en el que no había una pandemia, y el decrecimiento del PIB fue de -0.1%, un resultado incluso positivo comparado con las perspectivas para el cierre del presente año.

Fuentes:

CEFP. “Fondo de Estabilización de los Ingresos Presupuestarios 2019”. Centro de Estudios de las Finanzas Públicas. Febrero 2020.

Flores, Zenyazen. “Hacienda usó 125 mil mdp de ‘guardadito’ para evitar caída de ingresos en 2019.” El Financiero. Publicado el 30/01/2020.

FMI. “Perspectivas de la economía mundial”. Fondo Monetario Internacional. Junio 2020.

Banco Mundial. “COVID-19 to plunge global economy into worst recession since World War II”. Banco Mundial. Junio 2020

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