Por: Noel Jiménez Camarillo[1]
La pandemia por COVID-19 no es el único problema que enfrenta la economía actual, otro problema es la crisis climática por la que atravesamos; un claro ejemplo lo estamos viendo en el Estado de Nuevo León, donde la población está padeciendo por la escasez de agua. Las familias sufren por surtirse del vital líquido para satisfacer sus necesidades más básicas. La falta de lluvias y las altas temperaturas en la región han provocado que las presas que proveían de agua a la zona metropolitana de Monterrey reporten niveles de llenado por debajo del 20% de su capacidad de almacenamiento.
De acuerdo con la Organización Meteorológica Mundial: “El retroceso de los glaciares, el aumento de la temperatura y la variabilidad de las precipitaciones, junto con el cambio en el uso de la tierra, han afectado a los ecosistemas, los recursos hídricos y los medios de subsistencia en toda la región de América Latina y el Caribe”[2]; y es que las sequías también afectan la producción agrícola y ganadera, provocando una escasez de productos alimentarios, afectando a las familias más pobres.
El calentamiento global ha provocado una alteración en la intensidad y frecuencia de los fenómenos extremos, mientras unas regiones se ven amenazadas por la falta de lluvias, otras son amenazadas por el impacto de fuertes precipitaciones. Las fuertes lluvias y vientos provocan crecidas de ríos, deslaves, pérdida de cultivos y daños sobre la infraestructura pública.
En 2021, “La precipitación en la región central de México fue entre un 40% y un 60% superior a lo normal, mientras que la precipitación registrada en el Noroeste de México y Baja California fue de alrededor de un 20% inferior a lo normal”[3]. Sin embargo, y de acuerdo con el reporte al 15 de Julio de 2022, se indica que en el centro del territorio nacional se han incrementado las áreas con sequía moderada a extrema.
Los climas extremos han comprometido la seguridad alimentaria de los países, afectando profundamente a aquellas familias que viven con base en la agricultura de subsistencia[4]. “En 2019, 113 millones de personas (19.3% de la población) no pudieron costearse una dieta saludable en América Latina, un aumento de 8.4% respecto de 2017”[5]. Estas condiciones climáticas han provocado la pérdida de producción agrícola y ganadera, generando escasez de productos y aumentando el precio de estos, ante dichas condiciones adversas, la población muchas veces se ve forzada a migrar.
El calentamiento global no solo se observa en las sequías y precipitaciones abundantes, otro ejemplo es el aumento de sargazo en la región del Caribe, “El año 2021 fue testigo de otra llegada masiva de sargazo a las costas de la región del Caribe. El calentamiento de los océanos y otras condiciones medioambientales, incluidos factores indeterminados, provocan el transporte masivo de sargazo a las costas del Caribe”[6]. La acumulación de esta alga en las costas tiene un efecto negativo en el sector turístico, y que, sumado a la pandemia de Covid-19, desencadenan una fuerte contracción económica sobre las regiones que dependen de este sector, aumentando los niveles de desempleo y pobreza.
Es un hecho que el cambio climático está afectando severamente las condiciones de vida de la población, es un reto al que nos estamos enfrentando. Ahora, es necesario generar políticas públicas orientadas a disminuir los efectos adversos de este fenómeno, adecuando procesos para la mitigación de gases de efecto invernadero y el uso de energías limpias.
Las opiniones expresadas en este artículo son de exclusiva responsabilidad del autor y no necesariamente representan la opinión del Grupo López-Elías.
Fuentes de Información
Organización Meteorológica Mundial. Estado del Clima en América Latina y el Caribe 2021. Suiza. 2022.
Comisión Nacional del Agua. Monitor de sequía de México, reporte al 15 de julio de 2022. México. 2022.
Anna Wellenstein, Julie Rozenberg, Sara Turner & Brian Walsh. Cambio Climático y pobreza: la tormenta perfecta. Banco Mundial Blogs.
[1] Lic. y Maestro en Economía por la UNAM y Analista Económico de Grupo López Elías.
[2] Organización Meteorológica Mundial. Estado del Clima en América Latina y el Caribe 2021. Suiza. 2022. pág.23
[3] Ibidem, pág.10
[4] Producción agrícola para autoconsumo.
[5] Anna Wellenstein, Julie Rozenberg, Sara Turner & Brian Walsh. Cambio Climático y pobreza: la tormenta perfecta. Banco Mundial Blogs.
[6] Organización Meteorológica Mundial. Op. Cit., pág.26.
