La Asociación Mexicana de Afores (Amafore) y el Museo Interactivo de Economía (MIDE) crearon dos programas de educación financiera para primaria y secundaria con el fin de concientizar desde edades tempranas sobre la jubilación.

Esta iniciativa nace ante la alerta de que la falta de cultura financiera y de ahorro de la población implica riesgos para garantizar la seguridad económica cuando se llega a la vejez.

Carlos Noriega Curtis, presidente ejecutivo de la Amafore, sentenció que la educación y las competencias financieras son «cruciales» para el desarrollo económico y social y los desafíos de los sistemas de pensiones.

Este jueves por la noche, la Asociación Mexicana de Afores y el Museo Interactivo de Economía celebran la iniciativa de Cultura Financiera para una Educación Básica, creada por Amafore y el MIDE para generar una cultura del ahorro y la seguridad financiera entre mexicanos de todas las edades.

En entrevista con El Financiero, Noriega Curtis detalló que se presentarán dos cursos de educación financiera para primaria, con el nombre: “Yo quiero oro, quiero plata y también romper la piñata” y el de secundaria “Águila o sol, esto no es un volado”.

“Son programas de educación financiera porque están desarrollados primero con pedagogos especializados en la materia financiera; es por eso que nos asociamos y vinculamos al MIDE y la intención es que los niños y adolescentes comiencen a identificarse con el sistema financiero, con experiencias divertidas y de la vida diaria y así puedan identificar los conceptos de ahorro y planeación financiera y entender lo que es un retiro para que puedan aprovechar los servicios financieros y prepararse para una jubilación.

“Es una iniciativa como gremio de Afores; la educación financiera es la base para el mejor aprovechamiento de todas las oportunidades”, aseguró Carlos Noriega, tras su participación en la 12 Convención Nacional de la Asociación de Sociedades Financieras de Objeto Múltiple en México (Asofom).

Detalló que los cursos son de autonomía curricular, todas las escuelas pueden impartirlo, públicas o privadas e, inclusive, pueden ser talleres fuera de la escuela comenzando con algunos grupos de profesores.

La Secretaría de Educación Pública (SEP) revisa la oferta que hay, cumplió con los requisitos, lo suben a la plataforma, y cualquier profesor puede bajarlos.

Es un esquema fácil, está todo en línea, y está en los profesores si le dan una calificación o no.

Fuente: El Financiero 

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