El Banco de México informó que se colocó la totalidad de los 15 mil mdp ofrecidos en un Bono M a cinco años.
De acuerdo con analistas, la demanda por estos bonos habría sido de moderada a baja, debido a los montos ofrecidos.
El termómetro para medir el ‘apetito’ por deuda de largo plazo emitida por el gobierno mexicano en el mercado local registró el miércoles un resultado positivo, a pesar de las advertencias de las agencias calificadoras y todavía en medio del debate en cuanto al futuro de Pemex.
El Banco de México (Banxico) informó, en su carácter de agente financiero, que se colocó la totalidad de los 15 mil millones de pesos ofrecidos en un Bono M a cinco años con vencimiento en septiembre del 2024.
“El instrumento se colocó a una tasa de 7.95 por ciento anual, equivalente al cierre de ayer del Bono M de diciembre 2023 más cuatro puntos base, ligeramente arriba de nuestras expectativas”, señaló Alejandro Padilla, director de estrategia de renta fija y tipo de cambio de Banorte-Ixe, en un documento de análisis.
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La subasta sindicada sirve para colocar grandes montos de deuda mediante instrumentos nuevos que servirán de referencia en el mercado, lo cual se realiza cada cierto tiempo y complementa a la subasta primaria realizadas de forma semanal.
La utilidad de la subasta de deuda sindicada se refleja en que se puede colocar un monto inicial importante de nuevas referencias de bonos entre un gran número de inversionistas, garantizando mejores condiciones de liquidez en el mercado. Asimismo, se logra que las nuevas referencias sean elegibles desde el inicio en los índices globales de renta fija en los que participa nuestro país.
La colocación de todo lo ofrecido en la subasta sindicada del Bono M a cinco años es particularmente importante, debido a que muestra interés por este tipo de papel en medio de la existencia de factores de incertidumbre.
El apetito por el papel de la deuda a cinco años, denominada en pesos, se debe a diversos factores.
“Una valuación que continúa siendo atractiva para los inversionistas (especialmente al considerar el carry de la curva mexicana ajustada por riesgo), así como la expectativa de condiciones monetarias menos restrictivas en México en la segunda mitad del año ante la combinación de una Fed más dovish, indicios de desaceleración económica y mejores condiciones para la inflación. Esta situación ha generado una contracción tanto en la prima de riesgo como en la prima de término en México en las últimas semanas”, señaló Padilla.
También destaca el papel que han tenido los extranjeros en la demanda del Bono M a cinco años.
A finales del pasado febrero, la tenencia de los residentes en el exterior de dicho instrumento se ubicó en 1.84 billones de pesos, lo que representó el 61.2 por ciento del total de las emisiones del gobierno.
Por lo tanto, la colocación de la subasta sindicada del Bono M a 5 años representa un buen indicio de la confianza de los extranjeros en el desarrollo del país, de acuerdo a los especialistas.
Fuente: El Financiero