Advierten que hay un grupo importante que ya desistió de buscar trabajo.

El desempleo total en México es cuatro veces mayor que el que reportan las cifras oficiales. Para el Observatorio del Trabajo Digno (OTD) hay una “cifra oculta”, pues sólo se contabiliza a quienes están buscando un empleo y no a aquellos que, de tanto hacerlo y no lograrlo, ya desistieron.

De esa manera, la tasa de desocupación no sería de 3.5%, sino de 12 por ciento. Es decir, este sexenio inició con 7.7 millones de personas que no habían podido encontrar trabajo y no con más de 1.8 millones.

La Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE) reporta la cifra de quienes no tenían trabajo y estaban en búsqueda de uno, hasta la semana en que se levantó la investigación.

Sin embargo, hay otro número: el de las personas disponibles. Según el OTD, de la agrupación Acción Ciudadana Frente a la Pobreza, se trata de la población dispuesta a trabajar, pero que ya no busca una vacante “porque no tiene expectativas de conseguirla”.

De acuerdo con la medición del Observatorio, por ejemplo, la tasa de desempleo oficial, reportada para el cuarto trimestre del 2018, dejó fuera a 5.8 millones de personas disponibles y desilusionadas.

Ésa es la realidad laboral que recibió la administración de Andrés Manuel López Obrador, señala Rogelio Gómez Hermosillo, coordinador de Acción Ciudadana, conformada por más de 60 organizaciones civiles.

Siguiendo esa metodología, Enrique Peña Nieto inició su periodo con más de 8.6 millones de personas desempleadas, lo que representa una tasa de 15% de desempleo. La ENOE, del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), informó en su momento que la tasa era de 4.9 por ciento.

Felipe Calderón heredó a Peña Nieto la mayor cifra de desempleo de los últimos tres sexenios. A él le dejaron relativamente un mejor escenario: la tasa de desocupación a finales del 2006 era de 3 por ciento. Aunque, según el Observatorio, la tasa real fue de 13 por ciento. No había más de 1.8 millones sin trabajo, sino más de 6.4 millones.

Trabajo precario

Si bien el análisis del Observatorio del Trabajo Digno aún no informa propiamente cómo van el desempleo y el empleo en la Cuarta Transformación, la ENOE de mayo pasado sí lo hace. El documento destaca que disminuyó 0.6% la informalidad y se ubicó en 56.4% de las personas económicamente activas.

No obstante, el trabajo precario aumentó de 16 a 19%, de acuerdo con la Tasa de Condiciones Críticas de Ocupación (TCCO). Se trata de aquellas personas que trabajan menos de 35 horas semanales por razones ajenas a ellas, las que laboran más de ese tiempo y ganan menos de un salario mínimo y las que trabajan más de 48 horas a la semana percibiendo hasta dos salarios mínimos.

Las estructuras laborales en México “son fábricas de pobreza y desigualdad”, afirma el OTD; 80% de los más de 25.6 millones de trabajadores asalariados trabaja pocas horas —pese a que quisiera hacerlo más tiempo para ganar más—, o tiene jornadas excesivas con salario insuficiente, no goza de seguridad social o de prestaciones legales.

Aunado a ello, más de 17.6 millones de personas que trabajan bajo las órdenes de un empleador lo hace sin contrato por escrito. Esto los deja vulnerables a que sus derechos no les sean garantizados, sostiene el Observatorio.

Fuente: El Economista

CategoryOpinión
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