Por: Ing. Luis Zetina Abreu
La pandemia de la COVID-19 ha causado una crisis humana y sanitaria nunca antes vista. Las medidas de aislamiento y sana distancia para contener el virus han desencadenado una desaceleración económica. En este momento, existe una gran incertidumbre sobre su gravedad y duración. La industria farmacéutica y la carrera que se ha desatado para encontrar una vacuna, son algunos de los retos y complejidades. La industria ha cobrado mayor importancia en el mundo.
El objetivo primordial de la industria farmacéutica es mejorar la salud y la calidad de vida de las personas que sufren algún problema de salud, a través de investigar, descubrir y desarrollar nuevos medicamentos que lo permitan. Su apuesta por la I+D es esencial para poder seguir descubriendo y desarrollando nuevos fármacos.
El sector se ha convertido en uno de los principales dinamizadores de la economía de los lugares que cuentan con compañías farmacéuticas asentadas.
La farmacéutica es una industria tractora sobre otros sectores de la economía, especialmente en el ámbito de la generación de empleo y la remuneración del mismo. Así, la industria farmacéutica genera en México 83,336* empleos directos, alrededor de un 30% a través de outsourcing (En las industrias farmacéuticas esta modalidad de contratación es más alta que en el promedio de las industrias manufactureras y de la economía.) y poco más de 310 mil indirectos.
Las remuneraciones que se pagan a los trabajadores de la industria farmacéutica son superiores a las que se pagan en promedio en las industrias manufactureras. La gran mayoría de los trabajadores son profesionales con estudios universitarios, y es uno de los sectores de la alta tecnología con más empleo.
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A escala mundial, la producción de la industria farmacéutica asciende a unos 842 mil millones de dólares (datos de 2014), y Norteamérica sigue siendo la zona geográfica de mayor peso (con un 49% de las ventas totales en 2016), seguida de Europa (22%) y Japón (8%). Las ventas de Asia, África y Australia constituyen el 16% del total mundial. En cuanto al valor añadido bruto, suma 383 mil millones de dólares (datos de 2014), una cifra comparable al PIB de países como Austria, Noruega, Bélgica o Polonia.
La firma consultora Brand Finance público un análisis solamente en el ámbito de negocios, donde se lista a las marcas con más valor de la industria farmacéutica:
En una publicación, el Director de Salud de KPMG, manifestó los siguientes factores que marcarán tendencia en la industria farmacéutica en los próximos años:
Efectividad de programas preventivos.
Reglas de comercio internacional.
Capacidad presupuestaria del gobierno.
Crecimiento de forma inorgánica y nuevas inversiones.
Los retos para aumentar calidad de atención al paciente, y ampliar el acceso y la cobertura de los medicamentos más relevantes son:
-Sostener la calidad de los medicamentos genéricos.
-Ampliar la supervisión en su cadena de valor.
-Impulsar la medicina basada en evidencias.
Ante el incremento en el consumo, tanto en el mercado nacional como el internacional, la industria farmacéutica se encuentra en un momento de fortalecimiento e impulso a su crecimiento.
Mientras eso sucede… #Quédate en casa
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Excelente exposición. Felicidades
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Muy bien
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Se deja ver claramente la importancia del sector farmacéutico en la economía de varios países, pero el reto principal hoy por hoy, debe ser mediante el conjunto de esfuerzos destinar más recursos humanos, científicos y económicos para encontrar mecanismos más eficientes, rápidos y a costos accesibles de nuevos fármacos en beneficio de la población mundial.